Lenacapavir se convierte en un arma poderosa contra el VIH según la OMS
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha respaldado oficialmente el uso de Lenacapavir, un antirretroviral inyectable de acción prolongada, como herramienta clave para la prevención del VIH. Esta medida representa una transformación significativa en la lucha global contra el virus, especialmente para poblaciones en alto riesgo.
Por primera vez, se aprueba un medicamento de profilaxis de preexposición (PrEP) que requiere solo dos inyecciones al año, dejando atrás los esquemas engorrosos de pastillas diarias. Esta decisión busca frenar el avance del virus, que aún afecta a más de 40 millones de personas en el mundo.
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Lenacapavir: eficiencia, comodidad y esperanza
La eficacia del Lenacapavir ha sido comprobada en múltiples ensayos clínicos, los cuales revelaron que puede prevenir la mayoría de nuevas infecciones por VIH en personas en riesgo. El director de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, calificó esta opción como “la más prometedora frente a la falta de una vacuna efectiva”.
En palabras del propio Tedros:
“Lenacapavir es un avance crucial. Con solo dos aplicaciones anuales, podemos evitar cientos de miles de infecciones”.
Esta opción ha sido especialmente pensada para trabajadores sexuales, personas transgénero, usuarios de drogas inyectables y población carcelaria, donde el virus sigue propagándose con fuerza.
Lenacapavir y la nueva estrategia global contra el VIH
Con más de 630.000 muertes por VIH registradas solo en 2024, la OMS advierte que las medidas tradicionales han sido insuficientes. Por ello, la combinación de Lenacapavir con nuevas estrategias de salud pública como el uso comunitario, telemedicina y detección temprana, forman parte de una respuesta renovada al problema.
Además de Lenacapavir, la OMS ha sugerido la implementación de Cabotegravir (CAB-LA), otro antirretroviral de acción prolongada, y la integración de pruebas rápidas para detectar VIH en etapas tempranas.
La disponibilidad de Lenacapavir aún está limitada fuera de los ensayos clínicos, por lo que la OMS ha exhortado a donantes y gobiernos (o mejor dicho, régimenes como el de Maduro) a incluir este medicamento dentro de sus planes de salud pública.
La directora del Departamento de Programas Mundiales contra el VIH, Meg Doherty, declaró con contundencia:
“Tenemos las herramientas necesarias para erradicar el sida como problema de salud pública. Solo falta voluntad política real”.
El reto político y moral de los gobiernos
Mientras en países democráticos se debate cómo facilitar el acceso a Lenacapavir, en regímenes autoritarios como el dictador de Maduro, la situación es más compleja. Venezuela enfrenta una grave crisis sanitaria y la implementación de este tipo de avances resulta casi imposible sin cooperación internacional.
Es fundamental que las organizaciones internacionales aseguren la distribución del medicamento sin filtros ideológicos ni bloqueos burocráticos, ya que la salud no puede depender de regímenes ineficientes ni de agendas políticas.
Con información de:
https://isanidad.com/
