En julio de 2025, la canasta alimentaria en Maracaibo alcanzó la cifra de Bs. 67.646, equivalentes a $543 al tipo de cambio oficial del Banco Central de Venezuela (Bs. 124,51 ≈ USD). Este incremento representa un alza del 16,62 % en bolívares respecto a junio (de Bs. 58.003), y apenas 0,80 % en dólares (de $539).
Con base en un riguroso análisis realizado por la Cámara de Comercio de Maracaibo (CCM), a través de su Unidad de Información y Estadística, se midió el costo para una familia de cinco personas y se recolectaron precios de 47 de los 50 productos normativos definidos por el INE, en supermercados y mercados populares.
Contexto y relevancia
La CCM subraya que esta medición responde a su misión de proveer información objetiva para promover el análisis económico, la toma de decisiones y el diálogo entre sectores productivos y sociales.
En términos reales, el aumento de Bs. 9.643 (junio a julio) exhibe la presión inflacionaria sobre las familias. Aunque la subida en dólares es marginal, refleja la debilidad sostenida del bolívar, factor clave en la pérdida de poder adquisitivo.
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Periodista Rory Branker detenido 180 días: familiares reclaman justicia urgente1. Evolución del costo de la canasta alimentaria
En julio de 2025, el costo de la canasta alimentaria para una familia de cinco alcanzó Bs. 67.646, equivalentes a $543, lo que marca un aumento significativo en bolívares y apenas una leve variación en dólares.
2. Inflación y pérdida de poder adquisitivo
El aumento en bolívares del 16,62 % resalta la acelerada inflación local, mientras que en dólares la subida del 0,80 % evidencia la erosión constante del bolívar frente al dólar.
3. Metodología confiable del estudio
La Cámara de Comercio de Maracaibo, mediante su Unidad de Información y Estadística, recolectó precios de 47 productos normativos del INE en diversos puntos de venta, brindando datos confiables para análisis económico.
4. Implicaciones socioeconómicas
El salto en el costo de la canasta implica una reducción del poder adquisitivo de las familias y refleja una inflación persistente, lo cual debe ser atendido por actores económicos y responsables de políticas públicas.