Venezuela enfrenta una crisis económica sin precedentes, con una inflación que ha alcanzado el 229% anual, llevando al país a una situación de hiperinflación extrema. En este contexto, el bolívar, la moneda nacional, ha perdido prácticamente todo su valor, obligando a millones de venezolanos a buscar alternativas para sus transacciones diarias.
La solución ha llegado en forma de USDt, una stablecoin vinculada al dólar estadounidense, conocida localmente como “dólares Binance”. Esta criptomoneda ha emergido como la principal herramienta financiera en Venezuela, utilizada para pagar desde alimentos y servicios básicos hasta salarios y alquileres.
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“Ya lo descubrirás”: Trump no descarta atacar carteles de drogas en territorio venezolano”La adopción masiva de USDt ha sido impulsada por la necesidad de estabilidad en un entorno económico caótico. Con tres tipos de cambio para el dólar estadounidense en circulación —el oficial del Banco Central, el paralelo y el tipo de cambio de USDt en Binance—, la stablecoin ofrece una alternativa más confiable y accesible para los venezolanos.
La migración hacia USDt también ha sido facilitada por la creciente disponibilidad de plataformas fintech y billeteras digitales. Empresas como El Dorado han permitido a los venezolanos intercambiar bolívares por criptomonedas de manera sencilla y segura, aunque recientemente han enfrentado restricciones gubernamentales.
La situación en Venezuela refleja una tendencia global donde las criptomonedas están siendo adoptadas como refugio frente a economías inestables. Países como Argentina, Turquía y Nigeria también han visto un aumento en el uso de stablecoins como USDt debido a la inflación y la devaluación de sus monedas nacionales.
Sin embargo, esta dependencia de criptomonedas plantea desafíos regulatorios y de seguridad. La falta de supervisión gubernamental y la volatilidad inherente de las criptomonedas pueden exponer a los usuarios a riesgos financieros.