Un impactante hallazgo en Brasil ha conmocionado a la opinión pública internacional. El periodista brasileño Lenildo Frazão, mientras cubría en vivo la desaparición de una adolescente, tropezó accidentalmente con su cadáver en el río Mearim, ubicado en la localidad de Bacabal, en el estado de Maranhão.
La tragedia ocurrió el pasado 30 de junio, cuando el comunicador se encontraba con el agua al pecho, narrando los esfuerzos de búsqueda para distintos medios locales. En medio de la transmisión, sintió un objeto extraño bajo sus pies, lo que lo obligó a retirarse con rapidez y alertar a las personas presentes.
Las cámaras captaron el instante exacto en el que el periodista, visiblemente afectado, informa que ha tocado “algo blando” bajo el agua. Minutos después, autoridades y bomberos confirmaron que se trataba del cuerpo sin vida de Raíssa, una niña de 13 años reportada como desaparecida desde el día anterior.
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Río Mearim, escenario de una cobertura convertida en tragedia
Este impactante hallazgo en Brasil pone nuevamente sobre la mesa el debate sobre las condiciones de seguridad en zonas rurales y la exposición de menores a riesgos innecesarios. La adolescente había salido a jugar con amigos, según testimonios, sin supervisión adulta, lo que la llevó a nadar en una zona peligrosa del río.
El Instituto Médico Forense y la Policía Civil de Maranhão confirmaron que la causa de muerte fue ahogamiento accidental, descartando en principio signos de violencia o intervención de terceros. La comunidad educativa de Raíssa decretó tres días de luto y vecinos organizaron una vigilia en su honor.
Medios como Correio Braziliense, Metropoles, y O Liberal confirmaron el suceso, cuya crudeza ha generado millones de visualizaciones en redes sociales como TikTok y X.
Coberturas en vivo: entre la ética y la tragedia
El video del accidente ha sido reproducido más de cinco millones de veces, lo que evidencia el morbo creciente alrededor del dolor ajeno en internet. Mientras algunos aplauden la valentía del periodista por su labor, otros cuestionan la exposición de imágenes sensibles que podrían afectar emocionalmente a familiares y menores de edad.
Lenildo Frazão, conocido comunicador en la zona, no ha ofrecido declaraciones más allá del video, pero su rostro durante la transmisión refleja el impacto emocional de haber sido protagonista involuntario de un suceso tan traumático.
Con información de:
Correio Braziliense














