Sicario venezolano en Chile: error judicial permitió su fuga y alarma a las autoridades
El caso del sicario venezolano en Chile ha provocado un escándalo judicial de alcance internacional, luego de que uno de los presuntos autores materiales del asesinato del empresario José Felipe Reyes Ossa —conocido como el “Rey del Meiggs”— fuera liberado por un fallo administrativo. El sujeto, identificado con documentos falsos como Osmar Ferrer Ramírez, resultó ser en realidad Alberto Carlos, un joven de 18 años con supuestos vínculos con la peligrosa organización criminal Tren de Aragua.
El error ocurrió el pasado 10 de julio, cuando Gendarmería de Chile procedió a liberar al sicario, a pesar de existir una orden clara para su detención. Un correo electrónico de advertencia fue ignorado o no considerado en el sistema, lo que facilitó la fuga del individuo. La verdadera identidad del sujeto fue confirmada posteriormente mediante análisis de huellas dactilares, cuando ya se encontraba prófugo y se presume que abandonó el país.
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Sicario venezolano en Chile reaviva alarmas sobre el Tren de Aragua
Este nuevo caso protagonizado por un sicario venezolano en Chile pone nuevamente sobre la mesa el avance del Tren de Aragua en el continente, una estructura criminal nacida en Venezuela que ha extendido su influencia a países como Colombia, Perú y ahora Chile, donde se le atribuyen crímenes de alto perfil.
El asesinato por encargo de Reyes Ossa, ocurrido en Ñuñoa el 19 de junio, fue ejecutado por al menos dos sicarios que planificaron cada movimiento con precisión militar. Según la Fiscalía, los atacantes tenían información privilegiada sobre la víctima, incluyendo su hora de llegada, vehículo y una fotografía. El móvil del crimen sería un conflicto amoroso y personal entre la víctima y el autor intelectual, de nacionalidad chilena, quien habría pagado hasta 30 millones de pesos chilenos (USD 31.500) para ejecutar el homicidio.
El hecho de que un criminal con vínculos tan peligrosos haya sido liberado por un fallo del sistema judicial, deja en evidencia la fragilidad institucional que vive Chile frente al crimen organizado importado.

¿Hasta cuándo la justicia será cómplice de la impunidad?
El caso del sicario venezolano en Chile ha generado indignación ciudadana y cuestionamientos a la capacidad del sistema judicial chileno para enfrentar el nuevo tipo de delincuencia transnacional que opera en el país. La izquierda progresista que gobierna ha sido criticada por su tibieza frente al crimen migratorio organizado y por minimizar el impacto que organizaciones como el Tren de Aragua están causando en la región.
Actualmente, existe una orden de captura internacional contra Alberto Carlos. Las autoridades no han confirmado si ya abandonó el país, pero todo indica que la fuga fue premeditada y facilitada por errores humanos y una cadena de negligencias inaceptables en un Estado de derecho.
La justicia chilena ha iniciado una investigación interna para establecer responsabilidades, pero hasta ahora no hay detenidos ni sanciones contra los funcionarios implicados. Este episodio suma otro capítulo oscuro en el crecimiento de la criminalidad extranjera en territorio chileno, mientras la ciudadanía clama por mayor control fronterizo y penas ejemplares para criminales importados.
Sicario venezolano en Chile es buscado tras liberación por negligencia
El sicario venezolano en Chile no actuó solo. Otros dos implicados fueron capturados, pero la liberación de uno de los principales ejecutores podría entorpecer todo el proceso judicial. Este hecho no solo afecta la justicia para la familia de la víctima, sino que deja un precedente muy grave en la lucha contra el crimen transnacional.
Con información de:
Infobae














