En una medida contundente frente a la escalada militar en el Caribe, el presidente Gustavo Petro ha anunciado la militarización frontera Catatumbo, desplegando más de 25 000 soldados en Colombia y solicitando que Venezuela haga lo propio del otro lado. Esta estrategia busca robustecer la coordinación binacional seguridad para enfrentar redes criminales en la región limítrofe.
Contexto y antecedentes
El anuncio se da en el marco de un considerable despliegue naval de los Estados Unidos, que incluye buques anfibios y destructores, con el objetivo oficial de combatir cárteles como el llamado “Cartel de los Soles”
Además, Venezuela ha reforzado su presencia militar en los estados de Zulia y Táchira con más de 15 000 efectivos.
El Catatumbo, en Norte de Santander, ha sido escenario histórico de violencia entre grupos armados como ELN, disidencias de las FARC y paramilitares, generando miles de desplazados y graves crisis humanitarias.
Coordinación binacional como estrategia clave
Petro enfatizó que “no es la tierra la que le gana a la mafia, es la coordinación entre los dos estados quien lo logra”, resaltando la necesidad de una respuesta conjunta para desarticular las mafias fronterizas.
Con esta visión, la coordinación binacional seguridad se presenta como pivotante: sin acción simultánea de Colombia y Venezuela, las redes criminales encuentran rutas de escape y resiliencia.
Características del despliegue militar colombiano
Actualmente, más de 25 000 soldados fueron movilizados al Catatumbo. Noticias RCN señala que se planificó un nuevo Plan Frontera con 10 000 uniformados adicionales a los que ya operaban en la zona (entre 10 000 y 10 500)
La medida refuerza la presencia del Ejército Nacional en una región clave del narcotráfico y del contrabando, una respuesta directa a la presión externa e interna que vulnera la seguridad fronteriza.
Reacciones internacionales y región
La movilización militar de EE.UU. ha encendido alarmas en la región. La Administración Trump ha desplegado buques anfibios y destructores cerca de Venezuela con fines antinarcóticos.
Mientras tanto, Venezuela ha respondido movilizando tropas y aumentando su militarización fronteriza.
Este contexto pone a Colombia en una coyuntura delicada: el fortalecimiento militar propio es percibido como una defensa soberana, pero el país también aspira a no agravar tensiones regionales.
Quizás le pueda interesar esta otra noticia:
Henrique Capriles: “La mayor parte de quienes piden invasión de EE.UU. no viven en Venezuela”Consecuencias esperables y análisis
1. Reducción de la acción de bandas criminales
La militarización frontera Catatumbo podría disminuir temporalmente la movilidad de grupos armados, al tiempo que fortalece la percepción de seguridad entre la población local.
2. Riesgos de escalada militar
El despliegue, junto a la presencia naval estadounidense y las medidas venezolanas, podría derivar en un aumento de la tensión militar regional, con mayor riesgo de confrontación fronteriza.
3. Oportunidad diplomática
La apuesta por la coordinación binacional seguridad abre una puerta a la diplomacia activa, aunque su éxito dependerá de la voluntad política real de Caracas y Bogotá.