La miniserie Narcoterroristas emerge como un proyecto audiovisual provocador con el fin de denunciar la relación directa entre el régimen de Maduro y la organización criminal conocida como el Cartel de los Soles. A través de capítulos condensados de menos de dos minutos, sus creadores argentinos revelan testimonios de represión vivida, intervenciones arbitrarias y presenciado fraude electoral en 2024, en una apuesta por evidenciar la realidad oculta tras las sombras del poder en Venezuela.

Miniserie Narcoterroristas: un proyecto de denuncia política

Nacida como una obligación moral según su director Patricio Hernández, la obra no es ficción libre: sus episodios parten de relatos reales recopilados mediante entrevistas, encuestas y grupos de enfoque tanto dentro como fuera del país. Hernández afirma que su equipo fue víctima de acciones intimidatorias durante una misión en Venezuela: les confiscaron pasaportes, fueron encerrados, interrogaron y allanaron sus habitaciones de hotel por parte de autoridades locales.

Ese episodio traumático validó su convicción de que no bastaba con reproducir informes periodísticos. Decidieron contar lo que vieron con sus propios ojos, como observadores que presenciaron el fraude electoral y el control del poder militar y político sobre los mecanismos estatales.

Voces sin disfraz: exponer el Estado como actor del narco

La apuesta de Narcoterroristas es despojar la narrativa oficial del disfraz — mostrando cómo el régimen de Maduro se funde con redes criminales para consolidar su dominio. Según Hernández:

“Solo una persona que no ha pisado Venezuela nunca puede poner en tela de juicio esto… Venezuela está tomada por las Fuerzas Armadas y por el narcotráfico, que operan en conjunto y son un mismo sistema.”

Ese análisis no es gratuito: se apoya en la denuncia estadounidense que acusa al gobierno venezolano de liderar el Cartel de los Soles, un entramado que trasciende fronteras y controla rutas de drogas, sobornos y favores políticos.

Según el director, este sistema es más poderoso que cualquier estructura narcotraficante aislada: el aparato estatal, militar, judicial y político trabajarían como engranajes de una misma maquinaria criminal.

Formato exprés para captar atención inmediata

La singularidad de Miniserie Narcoterroristas radica en su formato: episodios de aproximadamente un minuto y medio distribuidos en Instagram y YouTube. Esa duración breve obliga a un estilo narrativo directo y crudo, ideal para consumo digital rápido y viralizable.

Pese a la extensión mínima, cada episodio ofrece rostros, nombres y enlaces al poder. Ya han aparecido figuras como Hugo Chávez —el “fundador indiscutible”—, Nicolás Maduro —su “continuador heredero”—, Diosdado Cabello —“el torturador serial”— y el general Padrino López, quien “organiza la operación militar del régimen”.

Próximamente, la producción abordará la figura de los hermanos Rodríguez, quienes según Hernández intentan “blanquear al régimen” a nivel internacional, generando alianzas diplomáticas que los favorezcan.

Impacto político, riesgo y resonancia mediática

Aunque distribuida en redes, la miniserie ya ha capturado la atención de medios claves y activistas opositores. Sus capítulos son compartidos, comentados y usados como insumo para debates sobre la legitimidad del poder y la complicidad del Estado con el narcotráfico.

El riesgo para sus creadores es considerable: denunciantes políticos en Venezuela han sufrido represalias severas. Sin embargo, Hernández asegura que su equipo está decidido a exponer la verdad, incluso bajo amenazas.

Para la audiencia que aún duda del alcance del narcotráfico estatal en la Venezuela de Maduro, Miniserie Narcoterroristas funciona como una ventana directa a una realidad que muchos callan o niegan.

Conclusión

Miniserie Narcoterroristas no es solo un experimento audiovisual; es una herramienta política. Al condensar denuncias contundentes en cápsulas virales, apunta a exprimir lo imposible: revelar en instantes la red criminal que sostiene al régimen y obligar al observador a mirar lo que está frente a sus ojos.