Richard Grenell confirma que mantiene diálogo con el régimen de Maduro por orden de Trump, en un movimiento que ha generado sorpresa y críticas en los círculos políticos de Washington y Caracas. Grenell, quien se desempeña como enviado especial del presidente Donald Trump, aseguró públicamente que estas conversaciones forman parte de una estrategia diplomática diseñada desde la administración republicana.
Durante una entrevista con la cadena estadounidense CBS Mornings, Grenell fue interrogado sobre las recientes afirmaciones de Nicolás Maduro, quien dijo haber enviado cartas a Washington y hasta haberse ofrecido a hablar directamente con Trump. Ante ello, Grenell no dudó en responder: “Ya he estado dialogando por orden del presidente Trump. He hablado con Maduro, he ido a Venezuela y sigo hablando con su equipo”.
Este reconocimiento supone un cambio de tono en la política hacia Venezuela, donde el dictador Maduro ha intentado en múltiples ocasiones acercarse a Estados Unidos para rebajar tensiones y buscar algún tipo de negociación que alivie las sanciones económicas.
Una maniobra diplomática calculada
Grenell, reconocido por su línea dura contra gobiernos autoritarios pero también por su capacidad de negociación, ha reiterado que apuesta por una salida diplomática a la crisis venezolana. En su intervención reciente en la Conferencia Política de Acción Conservadora (CPAC) en Paraguay, el enviado especial señaló que es necesario “evitar una guerra”, defendiendo que la diplomacia aún puede rendir frutos.
Sin embargo, este giro no ha estado exento de críticas. Sectores conservadores en Estados Unidos advierten que negociar con la dictadura de Maduro puede darle legitimidad, algo que va en contra de la línea de máxima presión que Trump había defendido en su mandato.
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El dictador venezolano ha intentado en varias ocasiones tender puentes con Washington, incluso bajando su retórica y proponiendo una “lucha conjunta contra el narcotráfico”. Pese a ello, Estados Unidos mantiene su posición de que Venezuela se ha convertido en un corredor clave para organizaciones criminales, lo que debilita los intentos del chavismo por limpiar su imagen.
En su más reciente declaración, Maduro aseguró que seguirá enviando cartas al presidente Trump con el fin de “defender la verdad de Venezuela” y combatir lo que él denomina “fake news” sobre la crisis del país. Estas palabras, sin embargo, contrastan con la realidad: millones de venezolanos han huido del país, la economía sigue en colapso y los reportes internacionales documentan violaciones sistemáticas de derechos humanos.
Richard Grenell confirma diálogo con Maduro: impacto regional
El hecho de que Richard Grenell confirme un diálogo directo con el régimen de Maduro no solo tiene repercusiones en Venezuela, sino en todo el continente. Para la derecha, se trata de un movimiento arriesgado que podría interpretarse como una concesión innecesaria. Para otros, es una jugada táctica que busca ganar terreno diplomático mientras se mantiene la presión militar y económica sobre Caracas.
Lo cierto es que la posición de Trump y su equipo sigue siendo clara: América First, pero evitando una guerra abierta en el hemisferio. Grenell lo expresó en sus propias palabras: “Entiendo lo que Maduro quiere y aún creo que podemos lograr un trato”.
La pregunta que queda en el aire es si este diálogo servirá como herramienta de presión o si se convertirá en un salvavidas político para un régimen cuestionado a nivel internacional.