Operativos en tierra será el nuevo frente que utilizará el gobierno de EE.UU. ante la escasez de embarcaciones usadas para el narcotráfico en el Caribe, según anunció el presidente Donald Trump este domingo 5 de octubre de 2025. En su discurso por el 250.º aniversario de la Armada en la Estación Naval de Norfolk, el mandatario se jactó del reciente ataque marítimo e insinuó que, de no encontrar traficantes en las costas, sus fuerzas buscarán blancos “en tierra firme”.

Afirmó que los operativos marítimos han sido tan efectivos que “no quedan embarcaciones” en esas aguas. Sin embargo, no ofreció detalles adicionales sobre las acciones terrestres ni su alcance concreto.

Trump celebra logros marítimos y anticipa nueva fase

Éxitos en el Caribe

Durante su alocución frente a marineros en Norfolk, Trump afirmó con orgullo: “Estamos parando las drogas a un nivel que nadie ha visto”. Luego añadió: “Somos tan buenos en esto que no hay barcos… simplemente no podemos encontrar ninguno”.

Según la Casa Blanca, las Fuerzas Armadas de EE.UU. destruyeron al menos cuatro embarcaciones, lo que habría evitado que grandes cargamentos de droga llegaran a suelo estadounidense. Hasta el momento, se reportan alrededor de 21 muertes como consecuencia de los operativos en mar.

Dudas legales y críticas

No obstante, congresistas demócratas y expertos legales cuestionan la legitimidad de usar fuerza letal en aguas internacionales o frente a países como Venezuela, sin que los sospechosos hayan sido interrogados o sometidos a proceso.

En medio de estas tensiones, Trump sugirió que al debilitarse las operaciones marítimas, el país deberá actuar en tierra firme:

“Ahora tendremos que empezar a buscar por tierra porque se verán obligados a hacerlo. Déjenme decirlo ahora mismo, eso tampoco va a salir bien”.

Esto implica una escalada en la estrategia antinarcóticos, apuntando hacia rutas terrestres en zonas fronterizas o territorios interiores.

Implicaciones del enfoque en operativos terrestres

Expansión de la zona de acción

Pasar de operaciones marítimas a terrestres implica ampliar el radio de acción hacia territorios adyacentes a costas, fronteras y corredores logísticos. Esto puede involucrar patrullajes intensificados, colaboraciones con países vecinos y vigilancia aérea.

Riesgo de confrontaciones diplomáticas

Si EE. UU. incursiona en tierra en zonas bajo soberanía extranjera —por ejemplo en fronteras venezolanas—, podría generar choques diplomáticos o acusaciones de violación territorial. En el contexto venezolano, dicho avance se suma a la tensión existente con el régimen de Maduro.

Dilema ético y legal

Aumentar el uso de fuerza letal en tierra puede multiplicar las críticas sobre derechos humanos, jurisdicción internacional y responsabilidad ante muertes colaterales en zonas densamente pobladas.

Escenario geopolítico: tensión con Venezuela

Aunque Trump no nombró directamente a Venezuela en su anuncio, su mención de la zona del Caribe y el contexto político sugieren que las operaciones terrestres podrían tocar las fronteras venezolanas. En ese caso, el diálogo entre EE. UU. y el régimen de Maduro podría deteriorarse aún más.

Además, cualquier avance terrestre en territorio fronterizo requeriría acuerdos diplomáticos o imposiciones de fuerza, algo que el mandatario no detalló. Ese vacío deja margen para especulaciones y confrontaciones políticas.

Qué esperar en los próximos días

1. Detalles operativos: El público y los medios exigirán saber cuándo y dónde se aplicarán los operativos en tierra, cuántos efectivos se movilizarán y qué protocolos se seguirán.
2. Reacción del Congreso: Los demócratas iniciarán audiencias o investigaciones sobre la legalidad de estas acciones.
3. Respuesta internacional: Gobiernos vecinos, especialmente Venezuela, podrían emitir declaraciones o denuncias ante organismos multilaterales.
4. Movimientos en defensa y seguridad: Las agencias de inteligencia y militar refinarán planos de acción para las operaciones terrestres, considerando rutas logísticas y objetivos prioritarios.