Desde hace más de una década, los venezolanos sufren los estragos de una crisis económica y social profunda. En el verano reciente, un informe de The Associated Press reveló cómo la caída de subsidios, las sanciones internacionales y el desastre del modelo socialista han dejado a más del 80 % de la población en situación de pobreza extrema .
Ahora, con ingresos mínimos que apenas equivalen a menos de un dólar diario, las familias duran frente al vacío de estantes y el desmantelamiento paulatino de los subsidios estatales, lo que empuja a millones de venezolanos hacia el abismo del hambre.
Impacto en la nutrición infantil y debilitamiento del tejido social
Los expertos alertan que, ante la imposibilidad de comprar proteína animal, las familias recurren a carbohidratos baratos y poco nutritivos, lo que provoca retraso en el crecimiento, fatiga y otros problemas en niños .
“Los niños se acuestan temprano para evitar el dolor del hambre. Faltan a la escuela, y los comedores escolares ya no funcionan correctamente.” Estas fueron algunas de las declaraciones recogidas por la AP en Falcón .
Colapso de ayudas estatales e internacionales
En años recientes, el Programa Mundial de Alimentos redujo drásticamente su capacidad operativa en Venezuela, afectando a miles de familias que dependían de sus comedores escolares y raciones .
Al mismo tiempo, el régimen de Maduro ha cerrado ONG y controlado estrictamente los programas de subsidios, reduciendo aún más el acceso a la alimentación básica entre las zonas más vulnerables .
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La recompensa de EEUU por Maduro llega a Japón con afiches exhibidos a nivel mundial¿Por qué empeora la situación ahora?
- Desmantelamiento del modelo socialista: La economía centralizada ha fallado, generando hiperinflación, devaluación del bolívar y caída del poder adquisitivo.
- Recortes en subsidios: El Estado ya no puede sostener la entrega de alimentos a precio controlado.
- Menor ayuda internacional: Donantes internacionales se retiran ante las restricciones y la falta de transparencia.
- Prioridades mal enfocadas: El régimen de Maduro sigue destinando recursos a sus redes clientelares y manteniendo estructuras autoritarias, mientras las necesidades básicas se ignoran.
Llamado a tomar acción
Es urgente restablecer la libre competencia agrícola, incentivar la producción privada y abrir canales de ayuda directa sin intermediación del régimen, con plena transparencia. Solo así se podrá restaurar la dignidad y el acceso a alimentos para los venezolanos que día a día enfrentan la escasez alimentaria en Venezuela.
Conclusión
La escasez alimentaria en Venezuela no es solo una crisis económica: es una tragedia moral y civilizatoria que urge revertir. El país necesita políticas realistas, incluyentes y orientadas al bienestar de sus ciudadanos, no más desbordes estatales sin resultados.