El régimen venezolano ha decidido ampliar el horario del Sistema Teleférico Warairarepano (STW), ubicado en el cerro Ávila, lo que ha despertado tanto entusiasmo como sospechas. Este anuncio, realizado el pasado 10 de julio a través de las redes oficiales, busca atraer a más visitantes a este icónico espacio turístico de Caracas, en momentos en los que el país atraviesa una profunda crisis social y económica.
Según el comunicado emitido por la administración del teleférico, el nuevo horario permitirá a los usuarios acceder al sistema hasta altas horas de la noche, lo que según ellos, tiene como objetivo brindar más tiempo para disfrutar “la magia de la montaña”. Esta movida ha sido recibida con opiniones divididas, especialmente desde sectores críticos del régimen, quienes cuestionan si este tipo de iniciativas no son más que cortinas de humo para desviar la atención de los verdaderos problemas que afectan a los venezolanos.
Nuevo horario del Teleférico Warairarepano
Los horarios de operación del teleférico quedaron establecidos de la siguiente manera:
- Miércoles: desde las 10:00 a.m. hasta las 12:00 de la medianoche.
- Jueves a domingo: desde las 10:00 a.m. hasta las 2:00 a.m. del día siguiente.
Con esta medida, el sistema ofrecerá hasta 16 horas continuas de servicio en sus días de mayor afluencia, lo cual representa un cambio significativo frente a su programación anterior, más restringida.
¿Turismo nocturno o estrategia del régimen?
Expertos en turismo y analistas políticos han manifestado opiniones encontradas. Por un lado, se reconoce que extender el horario podría favorecer el turismo local y generar una pequeña reactivación económica en los alrededores del sistema, donde existen locales de comida, servicios turísticos y transporte.
Por otro lado, no se puede ignorar que este tipo de decisiones son utilizadas frecuentemente por el régimen chavista como herramientas de propaganda, ofreciendo entretenimiento en medio del colapso de los servicios públicos, la hiperinflación persistente y los cortes de electricidad que afectan a millones de hogares.
En este sentido, organizaciones civiles han exigido mayor transparencia en la gestión de los recursos públicos, advirtiendo que las prioridades deberían estar enfocadas en resolver problemas estructurales del país, en lugar de enmascararlos con eventos turísticos.
Seguridad nocturna: el gran reto
Otro de los puntos que ha generado debate en redes sociales y medios alternativos es el tema de la seguridad para los visitantes durante las madrugadas. La capital venezolana sigue enfrentando graves problemas de delincuencia y falta de transporte público confiable después de las 10:00 p.m.
Aunque el régimen no ha detallado si habrá un refuerzo en la presencia policial en los accesos al teleférico o en la cima del Warairarepano, muchos ciudadanos consideran que extender el horario sin garantías de seguridad puede ser una decisión irresponsable.
De igual forma, operadores turísticos y emprendedores de la zona han visto esta medida con buenos ojos, siempre y cuando el Estado ofrezca condiciones mínimas para asegurar una experiencia positiva a los visitantes nocturnos.
¿Qué es el Teleférico Warairarepano?
El Teleférico Warairarepano, anteriormente conocido como Teleférico de Caracas, es una estructura turística inaugurada en 1956 y renovada por última vez en el año 2000. Su recorrido conecta la ciudad capital con la cima del cerro El Ávila, ofreciendo vistas espectaculares de Caracas y el Mar Caribe.
Durante las últimas décadas, este sistema ha sido administrado directamente por el Estado venezolano, y ha sufrido varias interrupciones por fallas técnicas y por la mala gestión gubernamental. A pesar de ello, sigue siendo uno de los lugares turísticos más emblemáticos del país.
Inversiones sin control
Muchos sectores de la oposición también han criticado que este tipo de anuncios no vengan acompañados de informes técnicos ni presupuestos públicos que permitan evaluar el uso de los fondos del Estado.
Venezuela ocupa actualmente los últimos lugares en los índices de transparencia internacional, y es común que obras o inversiones como esta terminen siendo vehículos de corrupción.
El impacto ambiental también preocupa
Ambientalistas han levantado la voz sobre el posible impacto que puede tener la afluencia masiva de personas hasta la madrugada en una zona natural como El Ávila. La falta de regulación en materia de residuos, ruido y control del ecosistema podría poner en riesgo la biodiversidad del parque nacional Warairarepano, que alberga una gran variedad de especies de fauna y flora.
Además, las actividades nocturnas podrían aumentar el riesgo de incendios forestales, sobre todo en épocas de sequía.
Conclusión
El nuevo horario del Teleférico Warairarepano plantea una disyuntiva: ¿se trata de un impulso legítimo al turismo local o es una maniobra más del régimen para distraer a la población de la dura realidad que atraviesa el país?
Mientras algunos celebran la oportunidad de disfrutar la montaña hasta la madrugada, otros alertan sobre la falta de seguridad, transparencia e impacto ambiental que esta decisión podría generar.
En definitiva, el debate sigue abierto, y los ciudadanos —como siempre— pagan el precio de decisiones tomadas sin consulta pública ni planificación sostenible.