A solo días de realizarse las elecciones municipales en Venezuela, el presidente del Consejo Nacional Electoral (CNE), Elvis Amoroso, informó que el cronograma electoral Venezuela se ha cumplido apenas en un 85 %. Una cifra que, lejos de transmitir tranquilidad, pone en duda la preparación real del ente rector y abre un nuevo espacio para el debate sobre la legitimidad de los procesos organizados por el régimen de Maduro.
Desde los galpones del CNE, en Filas de Mariche, Miranda, Amoroso intentó disipar las preocupaciones asegurando que se encuentra desplegado el 100 % del material electoral y las máquinas de votación. Sin embargo, estas declaraciones contrastan con las reiteradas denuncias de organizaciones civiles que advierten sobre retrasos y falta de garantías en el proceso.
Cifras maquilladas en medio de un proceso cuestionado
Según el CNE, en las elecciones previstas para el 27 de julio, se elegirán 2.806 cargos públicos entre alcaldes y concejales. No obstante, diversos sectores han denunciado la opacidad en la auditoría de los equipos y la poca difusión de información técnica y logística, lo cual representa un obstáculo para la participación ciudadana en condiciones democráticas.
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En el contexto actual, muchos expertos en materia electoral consideran que los números del CNE son utilizados más como instrumento propagandístico que como evidencia de un proceso transparente. Las auditorías, aunque anunciadas, han sido de acceso limitado y bajo estricta supervisión de funcionarios del régimen.
El cronograma electoral Venezuela enfrenta falta de credibilidad
A pesar de que Amoroso indicó que los equipos fueron verificados por representantes de partidos y observadores internacionales, no se ha publicado un informe técnico independiente, y los actores opositores han denunciado exclusiones arbitrarias y ventajismo institucional. Además, es relevante mencionar que varios partidos opositores han manifestado preocupación por la intromisión del dictador de Maduro en los procesos municipales.
Diversas universidades y técnicos electorales estuvieron presentes en la auditoría predespacho, según el CNE. Sin embargo, organismos como Transparencia Venezuela y el Observatorio Electoral Venezolano han alertado sobre irregularidades sistemáticas, incluyendo uso indebido de recursos públicos y ausencia de una campaña informativa plural.
¿Elecciones legítimas o simulacro electoral?
La falta de confianza en el cronograma electoral Venezuela forma parte de un patrón más amplio de debilitamiento institucional. En lugar de reflejar una verdadera apertura democrática, los comicios del 27 de julio parecen una repetición del modelo de elecciones controladas por el régimen, sin contrapesos, sin garantías reales y con un aparato estatal completamente subordinado al poder político.
Para el oficialismo, cumplir parcialmente con el cronograma técnico parece ser suficiente, pero para el país, se trata de una nueva evidencia del deterioro electoral bajo el chavismo. Mientras no existan condiciones mínimas de competencia, supervisión independiente y transparencia, los resultados seguirán careciendo de legitimidad interna e internacional.
Con información de:
Alertas24














