La vicepresidenta venezolana Delcy Rodríguez lanzó recientemente una serie de acusaciones contundentes contra la líder opositora María Corina Machado, tildándola de “encerrada como cucaracha” y advirtiendo sobre presuntas intenciones violentas por parte de sectores opositores.
En un acto público transmitido por VTV, Delcy Rodríguez aseguró que “cuando vengan los fascistas, como la señora esta (Machado), que está encerrada como cucaracha pensando cómo colocar bombas para matar gente y niños, que se encuentren con la fuerza indestructible del poder popular.” Afirmó además: “No se atrevan, porque la van a pasar mal.” La vicepresidenta, también ministra de Hidrocarburos, habló sobre recientes intentos de agresiones terroristas de gran gravedad, subrayando el riesgo que éstos representaron para la población, con un fuerte enfoque en la protección de niños, niñas y adultos mayores.
Posteriormente, Rodríguez resaltó que esos actos terroristas estarían amparados desde Washington, apuntando que Estados Unidos mantiene una obsesión por controlar el hemisferio. Hizo referencia a discursos de campaña del régimen, como el del presidente para las elecciones de 2024: “‘Ellos vienen por la violencia’, y lo vivimos”, recitó, recordando amenazas de agresión militar contra Venezuela, México y Colombia. Concluyó afirmando que “nuestra tarea es mantener a la patria unida… Que no se atrevan, porque verán de qué está hecho nuestro pueblo.”
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Preservación del orden y seguridad
Desde una visión de derecha, las declaraciones de Delcy Rodríguez pueden interpretarse como una defensa firme del orden institucional ante amenazas desestabilizadoras. Al alertar sobre posibles planes violentos de opositores, enfatiza la necesidad de una respuesta decidida y cohesionada del aparato estatal y del pueblo.
Rechazo al intervencionismo externo
La denuncia contra el supuesto apoyo estadounidense (“obsesión por mantener control del hemisferio”) fortalece una narrativa soberanista, posicionando al gobierno venezolano como garante de la integridad nacional frente a presiones foráneas. Este enfoque refuerza la idea de un liderazgo fuerte que defiende los intereses del país antes que alinearse con potencias extranjeras.
Unidad y movilización popular
Al apelar a la “fuerza indestructible del poder popular”, Rodríguez busca consolidar una alianza entre gobierno y ciudadanía, despertando una retórica de unidad patriótica. Esta estrategia se alinea con discursos conservadores que priorizan estabilidad, protección de la familia y valores patrióticos frente a elementos considerados radicales o violentos.