Arsenal incautado en Miranda: polémicas acusaciones del régimen de Maduro
El reciente arsenal incautado en Miranda por fuerzas de seguridad del régimen de Maduro ha despertado fuertes cuestionamientos, no solo por la magnitud del material encontrado, sino también por el uso político que se intenta dar al hecho. El anuncio fue realizado por Diosdado Cabello, vicepresidente sectorial de Política, Seguridad Ciudadana y Paz, quien presentó el hallazgo como parte de un supuesto plan terrorista vinculado a la oposición venezolana, específicamente a la dirigente María Corina Machado.
En una exposición televisada, Cabello mostró 23 rifles de francotirador, dos escopetas, municiones de todos los calibres, lingotes de plomo utilizados para proyectiles, un fusil .50 con silenciador y miras telescópicas, además de fusiles calibre 308 y 338. Según su relato, los especialistas en armas habrían señalado que algunos de los equipos eran “de tecnología nunca antes vista en el país”.
El oficial chavista aseguró que todo lo incautado estaría “vinculado a las narcobandas y a la oposición”, llegando a calificar a Machado de “asesina y terrorista”. Estas declaraciones han sido rechazadas por diversos sectores democráticos, que ven en el discurso oficial una nueva estrategia de persecución política.
Capturas y acusaciones
Cabello informó también sobre la detención de ocho personas presuntamente vinculadas con el arsenal incautado. Entre ellas, identificó a Carlos Luis Arrieta Márquez, alias El Flaco, y a Aliannis Araujo Lozada, alias La Negra, quienes, según el chavismo, estarían implicados en planes para ejecutar un ataque terrorista en Plaza Venezuela, Caracas.
El dirigente oficialista afirmó que gracias a la colaboración de los detenidos se logró dar con el material bélico, insinuando una red de apoyo que vincularía a opositores con grupos criminales colombianos.
No obstante, la oposición y organizaciones defensoras de derechos humanos denuncian que se trata de montajes judiciales destinados a sembrar miedo y deslegitimar la figura de María Corina Machado, líder opositora que se ha convertido en uno de los principales dolores de cabeza del chavismo.
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El arsenal incautado no solo se presenta como un operativo de seguridad, sino como un recurso político. En medio de un contexto electoral incierto, el régimen de Maduro y su principal vocero, Diosdado Cabello, buscan proyectar la imagen de una oposición violenta y desestabilizadora, al tiempo que refuerzan su narrativa contra el “imperialismo”.
Sin embargo, analistas independientes sostienen que estas incautaciones son utilizadas como cortina de humo para desviar la atención de la crisis económica, la escasez de servicios básicos y la creciente migración.
En palabras del politólogo José Vicente Carrasquero, citado por Infobae, “la dictadura necesita enemigos internos y externos para sostenerse en el poder; cada arsenal incautado es un capítulo más de su propaganda”.
Reacción ciudadana y contexto internacional
La noticia del arsenal incautado en Miranda ha generado preocupación en la opinión pública, pero también es vista con escepticismo. Muchos venezolanos recuerdan episodios similares en los que el chavismo presentó pruebas cuestionables o exageradas para justificar persecuciones.
A nivel internacional, organizaciones como Human Rights Watch y la OEA han advertido sobre la criminalización de la oposición venezolana, lo que refuerza la sospecha de que estos operativos tienen un trasfondo político más que judicial.
Mientras tanto, María Corina Machado no ha emitido declaraciones directas sobre este caso, aunque en reiteradas ocasiones ha denunciado que Cabello y Maduro buscan “fabricar expedientes” en su contra para inhabilitarla políticamente.
Conclusión
El supuesto arsenal incautado en Miranda se convierte así en un nuevo episodio de la confrontación política venezolana, donde el régimen de Maduro intenta asociar a la oposición con el terrorismo y el crimen organizado. En un país marcado por la desconfianza institucional, los ciudadanos siguen preguntándose si se trata de un verdadero hallazgo o de un montaje mediático destinado a fortalecer la narrativa oficialista.