María Corina Machado, recientemente galardonada con el Premio Nobel de la Paz 2025, aseguró que el régimen de Maduro “tiene los días contados”, en una contundente declaración concedida al diario argentino La Nación. Desde su exilio y en medio de una lucha política que ha marcado la agenda venezolana, la líder opositora no dudó en afirmar que el reconocimiento internacional intensifica la presión sobre el dictador Nicolás Maduro.

Machado dedicó su Nobel a todos los venezolanos y aseguró que la victoria “tiene un impacto muy importante tanto en los venezolanos como en el propio régimen, que se da cuenta de que el mundo entero legitima nuestra lucha y que Maduro está absolutamente aislado”. Al mismo tiempo, destacó que el aislamiento internacional hacia el régimen ya es inequívoco.

María Corina Machado y la presión sobre el régimen de Maduro

La dirigente política, que lleva más de un año en la clandestinidad, relató con emoción cómo se enteró del premio: “Lo que estamos viviendo es tan intenso en Venezuela que nunca me imaginé que podía estar pasando algo de esta magnitud”. Sin ocultar su entusiasmo, reconoció que aún “no lo he procesado” por completo.

Pero detrás de ese momento de emoción hay una estrategia clara: usar el reconocimiento mundial para debilitar al régimen de Maduro. Según Machado, ese golpe simbólico legitima la resistencia venezolana y acelera el aislamiento diplomático del gobierno chavista.

El papel de Estados Unidos según María Corina Machado

María Corina Machado ha alabado el rol de Estados Unidos, calificándolo como “un factor clave” en el proceso que hoy coloca al régimen de Maduro en jaque. En su entrevista con La Nación, enfatizó que la política del presidente Donald Trump para desmantelar carteles de droga “cambió completamente la dinámica”.

Según Machado, ese alineamiento estratégico ha afectado las finanzas y redes de apoyo del régimen, incrementando su aislamiento internacional. Para ella, no es casualidad que el reconocimiento del Nobel haya llegado en un contexto donde Washington endurece su postura contra Caracas.

Colapso político e institucional: la visión de Machado

Desde su mirada opositora, el declive del régimen se aceleró tras las elecciones del 28 de julio de 2024. Machado afirmó que desde entonces el gobierno inició “una caída inexorable”, sustentada únicamente en la violencia y el terror para mantenerse. “Si Maduro quiere la paz, que se vaya ya. Con o sin negociación, Maduro se va”, sentenció.

Ella insiste en que no hace falta esperar una gran negociación: la sola presión interna y externa puede incentivar la salida política del dictador.

Impacto regional: una Venezuela libre y un golpe a la tiranía cubana

En un fragmento de su discurso con fuerte proyección geopolítica, Machado aseguró que una Venezuela liberada será un golpe letal a la tiranía cubana. Esa frase resume su apuesta de que el cambio en Caracas puede tener efectos dominó en toda la región latinoamericana, debilitando influencias autoritarias externas.

Machado mencionó además su cercanía política con el presidente argentino Javier Milei, con quien ha dicho tener “gran amistad y enorme respeto”. Para ella, ambos países deben apoyarse mutuamente, pues quienes destruyeron Venezuela también ven en Milei una amenaza.

¿Por qué ganó María Corina Machado el Nobel de la Paz 2025?

El Comité Nobel noruego justificó su decisión por destacar “su incansable labor en la promoción de los derechos democráticos del pueblo venezolano y por su lucha por lograr una transición justa y pacífica de la dictadura a la democracia”.

La exdiputada dedicó el premio también al presidente Donald Trump por su respaldo a la causa opositora, y afirmó que el mejor homenaje a Alfred Nobel será lograr que Venezuela abandone la dictadura y retome la senda democrática.

Machado aseguró que este reconocimiento “inyecta energía y confianza en los venezolanos, dentro y fuera del país, para completar la tarea de conquistar la libertad”.

Conclusiones: la audacia de una líder que marca el rumbo

La declaración de María Corina Machado no es retórica vacía: simboliza el punto de inflexión que muchos opositores esperaban. Al conjugar un premio global con una hoja de ruta política concreta, pone al régimen de Maduro en un escenario de presión máxima.

Ahora, la pregunta es hasta qué punto el reconocimiento internacional puede traducirse en acciones concretas de sanciones, aislamiento diplomático y rupturas internas que efectivamente hagan que “el régimen de Maduro tenga los días contados”.

El efecto del Nobel ya se siente. Lo que viene dependerá de la capacidad de la oposición venezolana de capitalizarlo, y de la voluntad de actores internacionales para convertir ese simbolismo en resultados tangibles.