El dictador Nicolás Maduro volvió a mostrar su lado autoritario al enviar un mensaje directo a funcionarios policiales y militares, advirtiéndoles que “o eres leal hoy, o no eres leal nunca”. Sus declaraciones, difundidas a través de su canal en Telegram, confirman el temor del régimen frente a posibles fracturas internas dentro de los cuerpos de seguridad.
Durante una reunión encabezada por Diosdado Cabello y el ministro de Defensa, Vladimir Padrino López, Maduro exigió a los miembros de las Fuerzas Armadas, el Servicio Bolivariano de Inteligencia (Sebin) y la Policía Nacional Bolivariana (PNB) un compromiso inquebrantable con la llamada “revolución”.
La advertencia de Maduro a los desleales
El líder chavista no solo pidió lealtad, sino que también amenazó a quienes considera “débiles” o “dudosos”. Maduro aseguró que quienes no estén dispuestos a seguir ciegamente sus órdenes deben “dar un paso al costado”.
“Diariamente uno tiene que renovar la lealtad, porque aquí no se vale haber sido medio leal. O eres leal hoy o no eres leal nunca”, insistió el dictador, en una clara muestra del nivel de presión que mantiene sobre los cuerpos de seguridad del Estado.
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Las palabras de Nicolás Maduro dejan en evidencia el creciente miedo del chavismo a una posible ruptura militar. Los analistas aseguran que estas declaraciones son un reflejo de la fragilidad interna del régimen, que enfrenta no solo el rechazo de la comunidad internacional, sino también descontento dentro de sus propias filas.
Además, la insistencia en la lealtad total muestra cómo el chavismo pretende blindarse ante cualquier intento de rebelión o filtración de información. No se trata únicamente de fidelidad ideológica, sino de control absoluto sobre quienes portan las armas en Venezuela.
El discurso como mecanismo de presión
No es la primera vez que Nicolás Maduro utiliza este tipo de retórica. En múltiples oportunidades, ha apelado al miedo y la intimidación para mantener bajo su dominio a la Fuerza Armada Nacional Bolivariana. En esta ocasión, el mensaje estuvo acompañado de una clara amenaza: “El que esté acobardado, que dé un paso al lado. No somos chantajeables por nada ni por nadie”.
Este tipo de mensajes refuerza la visión de un régimen que opera bajo la represión, la censura y el adoctrinamiento, más que bajo el consenso democrático.
Una estrategia política de supervivencia
Los expertos consideran que la táctica de Maduro de exigir lealtad permanente responde a la necesidad de mantener cohesionados a los pilares de su régimen. Sin el apoyo de la fuerza militar y policial, su dictadura estaría en riesgo inminente de colapso.
Al mismo tiempo, el dictador busca enviar un mensaje de fuerza a la oposición y a la comunidad internacional: mientras cuente con el respaldo de sus cuerpos de seguridad, el régimen no cederá terreno fácilmente.