El dictador venezolano Nicolás Maduro volvió a lanzar una advertencia directa a Estados Unidos, afirmando que “si los gringos atacan, responderemos”, en medio del despliegue de buques de guerra y un submarino nuclear estadounidense en el Caribe.
Las declaraciones, dadas este miércoles 8 de octubre de 2025 durante un acto transmitido por el canal estatal Venezolana de Televisión (VTV), muestran un tono desafiante que busca reforzar la narrativa del régimen frente a lo que denomina “amenazas imperiales”.
Maduro endurece su discurso contra Estados Unidos
Durante su intervención, Maduro aseguró que su país está “cada vez más preparado para defenderse”, acusando a Washington de querer “una guerra en el Caribe y Sudamérica”.
“Si los gringos amenazan, más trabajamos; si los gringos atacan, responderemos”, afirmó ante simpatizantes, reiterando su lealtad al discurso de soberanía y resistencia.
El líder chavista acompañó su mensaje con una exaltación a los supuestos logros del régimen en materia de educación, salud y trabajo, afirmando que “el trabajo por la patria no se detiene”. Sin embargo, los indicadores económicos y sociales del país muestran otra realidad: inflación desbordada, crisis sanitaria y una migración masiva que supera los 8 millones de venezolanos, según datos de la ONU.
📌 Quizás le pueda interesar esta otra noticia:
👉 María Corina Machado advierte: “Si me pasa algo, se sigue con el planPresencia militar de EE.UU. en el Caribe
Actualmente, Estados Unidos mantiene al menos ocho buques de guerra y un submarino de ataque rápido con propulsión nuclear en el Caribe, junto con más de 4.500 soldados, bajo la misión de lucha contra el narcotráfico.
No obstante, para Maduro, este despliegue forma parte de una “provocación directa” que busca desestabilizar la región e impulsar un “cambio de régimen” en Venezuela.
Fuentes del Comando Sur estadounidense (SOUTHCOM) han reiterado que las operaciones en el Caribe son rutinarias y están destinadas a “combatir el tráfico ilícito y proteger la seguridad regional”.
Aun así, el dictador venezolano insiste en que Washington busca “imponer un gobierno títere” y “apoderarse de los recursos naturales del país”.
Un discurso que busca cohesionar al chavismo
El discurso de Maduro llega en un contexto de creciente aislamiento internacional. La mayoría de las democracias occidentales desconocen su legitimidad desde las elecciones de 2018, calificadas por observadores como fraudulentas.
Analistas señalan que este tipo de retórica militarista busca reavivar el nacionalismo interno y mantener la cohesión dentro del chavismo ante la presión política y económica.
Según el analista político Pedro Mario Burelli, “Maduro intenta mantener vivo el relato del enemigo externo para justificar el fracaso interno. Cada vez que la economía colapsa o aumenta la tensión social, reaparece el discurso del imperialismo estadounidense”.
Tensión geopolítica y mensaje a la oposición
El mensaje también tiene un claro trasfondo político: en medio de las negociaciones estancadas con la oposición y de un calendario electoral incierto, Maduro busca mostrarse como un líder fuerte y desafiante.
A su vez, el régimen ha intensificado la persecución contra líderes opositores, periodistas y defensores de derechos humanos, acusándolos de “colaborar con el enemigo extranjero”.
Diversos organismos internacionales, entre ellos Human Rights Watch y Amnistía Internacional, han denunciado en reiteradas ocasiones las violaciones sistemáticas de derechos humanos por parte del régimen de Maduro, incluyendo detenciones arbitrarias, torturas y censura mediática.
Un escenario que preocupa a la región
El aumento del tono bélico de Maduro se suma a una serie de maniobras militares realizadas por las Fuerzas Armadas Bolivarianas (FANB) en las costas venezolanas, en aparente preparación ante una posible agresión extranjera.
Mientras tanto, Estados Unidos mantiene su vigilancia en la zona, sin pronunciarse oficialmente sobre las recientes declaraciones del dictador venezolano.
Expertos en defensa sostienen que una confrontación directa es poco probable, pero advierten que la narrativa de Maduro podría alimentar tensiones innecesarias en una región ya afectada por la inestabilidad política.
Una estrategia repetida
No es la primera vez que Maduro utiliza un tono desafiante frente a Washington. En años anteriores, el mandatario ha recurrido a expresiones similares, acusando a EE.UU. de conspirar para derrocarlo o asesinarlo.
Sin embargo, los analistas coinciden en que este tipo de mensajes buscan desviar la atención interna y reforzar la idea de que Venezuela vive bajo asedio, mientras la población enfrenta carencias básicas y deterioro institucional.
“Maduro no se prepara para una guerra externa, sino para seguir justificando su guerra interna contra el pueblo venezolano”, expresó recientemente la periodista exiliada Carla Angola en su programa en EVTV Miami.
Conclusión
Las declaraciones de Nicolás Maduro, lejos de proyectar fortaleza, evidencian la fragilidad política de un régimen que depende de la confrontación externa para sostener su narrativa.
Mientras tanto, Estados Unidos continúa desplegando operaciones de vigilancia en el Caribe, sin responder a las provocaciones verbales del líder venezolano.
La tensión geopolítica, aunque controlada, podría escalar si el régimen insiste en transformar la retórica en acciones concretas.
ℹ️ Con información de:
🌐 Dw