Hallazgo mujer Guanare ha conmocionado a la opinión pública luego del trágico descubrimiento del cuerpo sin vida de una joven en las cercanías de Guanare. El exnovio de la víctima ha confesado el crimen, lo que ha intensificado la indignación social y ha puesto nuevamente sobre la mesa la seguridad ciudadana en la región.
El sábado 9 de agosto, durante una jornada de búsqueda intensa, fue encontrado el cuerpo de Yetzimar Carolina Piñero Valladares (18 años), desaparecida desde el miércoles 6 de agosto. El cadáver fue localizado en lo profundo de un barranco ubicado en el sector Quebrada de Las Rosas, en Guanare, y presentaba avanzado estado de descomposición debido al tiempo transcurrido.
El hallazgo fue realizado por comisiones de Protección Civil y Bomberos, quienes recuperaron el cuerpo unos 300 metros dentro del barranco.
Quizás le pueda interesar esta otra noticia:
Estiman que el circulante de dólares en efectivo en Venezuela se ubica en US$ 4.936 millonesLa familia de Yetzimar había alertado a las autoridades tras perder contacto con ella, tras salir para encontrarse con una amiga y no regresar. La hipótesis más dolorosa -y finalmente confirmada- era que había sido víctima de un crimen terrible.
Femicidio Guanare se ha convertido en una etiqueta dolorosamente actual tras conocerse que el exnovio, identificado como Eduard A. A., admitió su responsabilidad en el hecho. Según fuentes oficiales, confesó haber estrangulado a la joven utilizando una camisa, luego de lo cual la arrojó al barranco.
Funcionarios del Cicpc activaron de inmediato la investigación y, ante la confesión, procedieron a la aprehensión del sospechoso, que ahora está bajo custodia del Ministerio Público por el delito de femicidio.
El caso ha motivado reproches desde distintos sectores. Organismos defensores de la mujer han denunciado que el “régimen de Maduro” sigue fallando en garantizar la seguridad de las jóvenes, al tiempo que insisten en la necesidad de reforzar políticas de protección ciudadana y justicia efectiva.
exnovio confiesa asesinato es una realidad lamentable que refleja nuestro grave compromiso pendiente con la seguridad personal y de género. Esta tragedia golpea con fuerza y obliga a revisar protocolos, desde la prevención escolar hasta la respuesta policial rápida y eficaz.