Hablar a las mascotas: mucho más que ternura
Hablarle a las mascotas como si fueran humanos es una práctica que muchos realizan sin pensarlo demasiado, pero que la psicología reconoce como un fenómeno con raíces emocionales profundas. Según especialistas, este hábito no solo es natural y saludable, sino que también puede revelar aspectos esenciales de nuestra forma de vincularnos.
Desde hace tiempo, la ciencia estudia lo que se conoce como antropomorfismo, es decir, atribuir características humanas a los animales. Este fenómeno cumple funciones emocionales de gran valor: ayuda a reducir la ansiedad, fortalece la compañía y refuerza el vínculo humano–animal.
Hablar a las mascotas y el trasfondo psicológico
La psicóloga Alba López Cabello, de CAIP Psicología, afirma que “hablar a las mascotas como si fueran seres humanos es una conducta muy extendida y con un trasfondo emocional profundo”. Según explica, quienes lo hacen están proyectando necesidades emocionales y sociales en ese vínculo, del mismo modo que ocurre cuando los padres hablan a un bebé que aún no puede responder con palabras.
López sostiene que este comportamiento es una estrategia adaptativa: “dotamos al animal de rasgos humanos para facilitar la cercanía y experimentar una sensación de reciprocidad afectiva”.
Beneficios emocionales de hablar a las mascotas
Entre los principales beneficios, los psicólogos destacan:
- Reducción de ansiedad y estrés.
- Mayor sensación de compañía y apego.
- Rutinas de cuidado que promueven hábitos más saludables.
- Expresión de emociones sin censura.
De hecho, López advierte que estas interacciones son especialmente frecuentes en personas empáticas, sensibles y con gran capacidad para crear vínculos profundos, así como en individuos que atraviesan momentos de soledad.
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No obstante, López también alerta que puede volverse un problema cuando se convierte en la única forma de relación emocional. Si una persona sustituye sistemáticamente sus vínculos humanos por la compañía exclusiva de su mascota, podría derivar en dependencia emocional, limitando su capacidad para establecer relaciones humanas significativas.
La visión de Katia Giménez: empatía y creatividad en acción
La psicóloga Katia Giménez Molins, de Psicología Montjuïc, comparte otra perspectiva. Ella misma reconoce que le habla constantemente a sus perros y asegura que este comportamiento no implica confusión entre lo humano y lo animal, sino la activación de herramientas sociales y emocionales:
- Empatía.
- Uso del tono de voz.
- Turnos conversacionales.
- Expresividad emocional.
Giménez enfatiza que hablar a las mascotas convierte al animal en un interlocutor válido dentro de la vida emocional de la persona. Para ella, esta práctica es una muestra de creatividad lúdica, búsqueda de pertenencia y necesidad de conexión.
Beneficios adicionales según Giménez
De acuerdo con Giménez, los beneficios de hablar con las mascotas incluyen:
- Refuerzo del vínculo humano–animal.
- Regulación del estrés.
- Entrenamiento del lenguaje emocional.
- Mayor bienestar general.
Eso sí, establece un límite claro: no debe sustituir las relaciones humanas ni convertirse en un mecanismo de evasión social.
Una estrategia emocional profundamente humana
En definitiva, los psicólogos coinciden en que hablar a las mascotas como si fueran humanos no es una excentricidad, sino una estrategia emocional universal. Representa una forma de proyectar empatía, ternura y necesidad de compañía.
Como concluye Giménez: “Hablarle a las mascotas significa aplicar nuestras capacidades sociales como el lenguaje, la empatía y el cuidado a la relación con un animal para comunicarnos y regularnos mutuamente. En la gran mayoría de casos es sano y beneficioso”.
Recomendaciones finales
- Hablar a las mascotas es sano. Siempre que no sustituya relaciones humanas, aporta bienestar.
- La clave es el equilibrio. Mantener amistades y vínculos humanos sigue siendo esencial.
- La empatía es un recurso adaptativo. Lejos de ser extraño, refleja la capacidad humana de conectar.
ℹ️ Con información de:
🌐 Menshealth